viernes, 5 de octubre de 2012

RECONOCIMIENTO

Tanto girar por el país. Tantos kilómetros recorridos. Y desandados. Tantos pueblos, estaciones de servicio, comedores ruteros, baños, peligros… tantos teatros, tantos cines transformados en teatros, tantos gimnasios de clubes, salones de actos, transformados en teatros… Que al fin sucede… Muchos argentinos pueden decir que “su primera vez” en un teatro fue para ver una obra de Darío Vittori. Porque Darío Vittori les llevo el teatro hasta sus casas, hasta sus plazas, hasta ese lugar por el que sienten orgullo como sólo aquellos que nacieron en pueblos chicos lo pueden sentir… “Vittori vino al pueblo”. Reconocimiento. Para que alguien tenga un reconocimiento, tiene que haber otro que quiera agradecer y distinguir. Esto es algo que en Argentina pasa muy poco. Y mucho menos pasa reconocer, agradecer y distinguir a alguien en vida. San Martín, el Che Guevara y tantos otros que fueron importantes para nosotros una vez que dejaron este mundo. Y precisamente lo abandonaron lejos de nuestro país. Pavón Arriba es una pequeña localidad de inmigrantes italianos en el corazón de la pampa santafesina. A pocos kilómetros del Arroyo Pavón donde se libró la célebre batalla, este pueblo y otros de la región comparten una peculiar afición por el teatro. Muchos de ellos dedican horas de sus semanas para participar en grupos vocacionales. Uno de esos grupos es el que comanda Raul Colmegna. Raul conoció a Vittori en un seminario de dirección teatral que brindaba Lydia Lamaison en Buenos Aires. Allí entablaron una muy buena relación que aceitaron cuando Darío, luego, se presentó en Acebal y Sargento Cabral, dos comunas muy cercanas a Pavón Arriba. Raúl le pidió al Tano que apadrine al Grupo Teatral del pueblo y el actor, siempre tan efusivo, le subió la apuesta: no sólo apadrinaría a la compañía sino que además se comprometía a actuar con ellos el día que presenten su próximo espectáculo. Y puso una condición, unos buenos fideos para la cena post estreno. La suerte quiso que en 2001 Darío Vittori se vaya de gira para nunca más volver pero la sangre italiana y tozuda de Raúl se empeñaron en que las cosas no queden por la mitad y el 29 de septiembre de 2012 la Asociación Teatral de Pavón Arriba comenzó a llamarse Asociación Teatral Darío Vittori, al tiempo que declararon al actor Personalidad Distinguida de la Cultura. Serán así los reconocimientos. Serán insospechados. Vienen de donde menos uno los espera. Montecelio (Italia) y Pavón Arriba (Santa Fe) dos lugares en los que Darío Vittori nunca actuó. Pero habrá dejado una huella imborrable sin más armas que su pasión: el amor por el Teatro. http://www.youtube.com/watch?v=2Bgwd-AMiYM